23.2.17

El maravilloso mundo de los arácnidos, por Anita Hoffman (3ra edición) -Reseña-

¿Cómo se llama esa planta? ¿Qué animal es ese? ¿Qué le pasa a mi cactus? ¿Le puedo dar esto a mi perro?
Son preguntas con las que muchos de quienes estudiamos biología nos hemos topado, como si el público común creyera que por una suerte de designio burocrático en los 4 años que según uno estudia biología se va a aprender todos los nombres, procesos, mecánicas, historias y manejos técnicos de las millones de especies que existen en nuestro planeta. No obstante, e independientemente de que uno escoja un camino profesional o académico especializado, ya sea por comodidad, pasión o alguna otra que imponga aquella idea que llamamos “la vida”, la gente que estudió biología tiene una curiosidad bastante perenne y uno con el tiempo empieza aceptar que todos los días se puede aprender algo, pues las ramas de la biología son extensisímas y los datos y meta-analísis posibles de cada micromateria en particular sobrepasan al biólogo promedio.
En mi historia particular puedo decir que siempre he tenido una inclinación por los animales, pero sobre todo los vertebrados, descuidando durante mi formación muchos de los temas que refieren a otros tipos de animales con la excepción de los moluscos.
Entonces si bien tenía en cuenta lo “obviamente” interesantes y atractivos que son los arácnidos, nunca había decidido leer algo ni modestamente serio aparte de la wikipedia, sobre ellos. Pero “Life find's a way” y en mi trabajo empecé a convivir mucho con arañitas y escorpiones (aunque sigo deseando toparme con un amblipigido o un solífugo en vida libre) y no sólo porque en toda mi vida nunca haya convivido con los arácnidos, los escorpiones siempre me han agradado, las arañas y opiliones están por doquier, los pseudoescorpiones siempre me han dado curiosidad, y es bastante fácil encontrarse con una tarántula en la selva o el pedregal.
La confesión: ocurre que nunca había “interactuado” con un arácnido, es difícil explicarlo, pero desde luego que apreciaba su existencia como quien gusta de lo vivo y estudió biología, pero de algún modo era una percepción un tanto distante, de quien sabe que existen, conoce algunos nombres, algunas estructuras, algunos datos pero esencialmente no sabe nada. Pero no fue hasta hace un par de meses que me encontré con una pequeña araña de la familia Salticidae, no es que fuera la primera vez, en mi experiencia siempre se me han hecho compañeras muy simpáticas, pero ésta pequeñita araña peluda, se robó mi corazón, por tal vez 15 minutos estuvimos en una dinámica muy extraña, pues le tomaba fotos con mi celular y ella se dejaba, posaba. Pero la emoción no se limitó a eso, se acercaba a mi mano y luego saltaba a ella y recorría mi brazo, mi camisa, y al ponerle de nuevo mi dedo, saltaba a él de nuevo , la puse en el suelo y de nuevo comenzaba la rutina de exploración. Se me hacía inaudito que un animalito así de pequeño invirtiera su tiempo en explorar esa cosa que era yo. No soy neurobiólogo, ni etologo, mucho menos un experto en arañas, pero eso que vi, se me figuró un atisbo de curiosidad, en un animal que vive poco, y no tiene mucho cerebro, además de que por lo general esos animales son huidizos (en mi experiencia). Todo esto despertó una curiosidad en mi por saber más, desde luego después de un tiempo decidí que la arañita estaba perdiendo su energía en explorarme y mejor decidí ponerla en un árbol y que buscase algo de comer. A la siguiente quincena me fui a comprar un lote de libros (pues mi trabajo no me permite ir a una librería seguido) y mientras husmeaba encontré el dichoso libro de A. Hoffmann.
Y aquí formalmente empieza la reseña del libro pues, creo necesario explicar con qué ánimo y razones lo compré y lo leí.
Primero hay que tener en cuenta que el libro es parte de las primeras tandas de lo que se llamaría “La ciencia para todos”, yo no lo catalogaría de un libro sumamente abordable, o al menos no en los lineamientos que los divulgadores de la ciencia de ahora tienen (el libro en su primera edición salió en 1993) y lo digo para que la gente que se anime a leerlo luego no señale que no abunda en algunas explicaciones que ahora se hacen a cada rato, como en mi reseña de “Crónicas de la extinción” que siento que hace un esfuerzo por ser “amigable, digerible y bueno para todos” y sí se nota esforzado.
Aquí Anita Hoffmann, brilla como una sabia en la ciencia de la aracnología pues desenreda con facilidad pero con paciencia meticulosa el tema de la historia de los arácnidos, pero no sólo el tema del origen evolutivo, sino su papel ecológico, su papel en la cultura humana sobre todo en la cultura mexicana, desde luego su papel en la salud humana (por aquello de las excepciones cuya picadura es ponzoñosa), además de otras historias. Desde luego como recalco, conforme con la escuela moderna de la divulgación de la ciencia en México, en dónde se hace hincapíe por hacer entendible el texto, supliendo la falta de cultura general del lector común, con formas ya digeridas. Desde luego Hoffmann carece de eso, su texto es accesible, humilde, ameno, pero tampoco se detiene con algunas explicaciones, dejando que la curiosidad del lector o su conocimiento sean quienes hagan funcionar el texto.
Por lo que es un texto sin apéndices, glosario, incluso a veces corta los capitulos de tajo, pero en general el material es tan bueno y la lectura lo suficientemente agradable como para sobrevivir a esos detalles.
Debo confesar que el libro agrandó mi concepción y aprecio por estos animalitos, pues como dije, no abarca sólo lo netamente descriptivo de los animales sino que habla detalles de sus vidas ya de por si misteriosas, muchos de estos organismos no están, aún en la actualidad, lo suficientemente estudiados y las anecdotas sobre observaciones hechas por algunos de los pioneros de la aracnología son muy interesantes pues ofrecen datos que no son comunes en los artículos, enciclopedias y fichas, pero que son muy buenos en ayudar a comprender más a estos animales.
Puedo decir que uno de mis capítulos favoritos (aunque es injusto porque cada capítulo se me hizo excelente, pero digamos eso por el golpe de realidad que me ofreció) es el de los pseudoescorpiones, que si bien los conocía (como parte de una idea abstracta de “estos bichos existen y así son más o menos, esto miden más o menos y esto comen, más o menos”) de hacía tiempo, el capitulo es lo suficiente cálido, sensible y detallado para maravillarme mucho más de lo que esperaba. Aunque hay que hacer una nota muy importante, lo que yo leí fue la tercera edición.
Y yo no sé lo que la gente del FCE considere una edición, pero cambiar la portada de un texto, si bien en sentido estricto es “un cambio editorial” el texto permanece tan íntegro que no se dieron a la tarea de releerlo para dicha edición, pues el capítulo y la introducción, y los agradecimientos, hacen referencia a la portada original del texto (que incluí en las imágenes) misma que incluye un pseudoescorpión agarrado del pelo de un ratón, y la historia que se cuenta dentro del libro, aunado a mi experiencia en lo díficil que es obtener tomas así de buenas de un animalito así, aparte del respeto al trabajo de la ahora difunta Anita Hoffmann, deberían ser razones suficientes para no eliminar la portada original o de menos incluirla en alguna parte del libro como referencia, y poner una nota que de verdad avale una “tercera edición”. Desde luego si lo pienso como una persona que se dedica al marketing (por lo que mi estereotipo vivencial da, pues), yo diría “¿Qué es eso? Nadie conoce esos bichos, dice -arácnidos- venga señores y señoritas, hay que poner una araña en la portada, y con fondo verde porque biología; eso sí vende”.
Yo creo que una tercera edición daría para incluir una semblanza mucho mejor de quién fue Anita Hoffmann, además de agregar los apéndices y notas de los que carece el texto original, y de paso así tenemos un texto genial que fue escrito en una época que exigía un poco más al lector y al mismo tiempo el material publicado ofrece las aclaraciones necesarias.
Una vergüenza total que un editorial como el FCE haya permitido una tercera edición en esas condiciones.
Por mi parte, si como yo, son ignorantes del “Maravilloso mundo de los arácnidos” pues se los recomiendo mucho, no tengo quejas reales con el texto, es bellamente educativo y contundente.

P.S. Incluyo un link por si quieren leer el material digitalizado, aunque el libro es bastante modesto de precio y recomiendo lo lean en papel.

http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen3/ciencia3/116/html/aracnido.html

P.S.2
Incluyo las fotos de las arañitas que en estos meses me inspiraron a comprar y leer éste tomo. :D




15.2.17

[Donde todo es mentira, nada es mentira]




"¿Cómo es, pues, este Dios, este Justo como dicen vuestros apóstoles, que aún es capaz de vengarse de nosotros por el supuesto pecado cometido por nuestros antepasados? ¿Cuán justo es éste, que envía la peste, rayos y truenos, enfermedades, miseria y desgracias, sólo porque nuestros antepasados, empujados por la curiosidad, este fuego vivo que da luz al conocimiento, se atrevieron a coger la manzana? Esto pueblo de Samaria, no es un Dios, es un ser rencoroso, un malvado y un bandido que, con sus legiones de ángeles armados hasta los dientes, pertrechados con espadas de fuego y flechas envenenadas, se ha detenido en medio de vuestros caminos. Cuando vuestros higos maduran, manda sobre ellos enfermedades, cundo maduran vuestras aceitunas, envía tempestades que las hacen caer al suelo, granizo que las entierra y las convierte en barro. Cuando paren vuestas ovejas, envía sobre ellas la peste, o lobos, o tigres para devastar vuestros establos; cuando os nace un niño, le envía espasmos para quitarle la vida. ¿Cómo es este Dios; quién, este falso Justo que hace todo esto? No, éste no es Dios, éste no es el que está en los cielos, éste no es Elohim. Es otro. Pues Elohim, creador del cielo y de la tierra, del hombre y de la mujer, de la serpiente y del pájaro, creador de todo lo vivo, el que ha alzado las montañas sobre el mar, el que ha hecho los mares, los ríos y los oceános, la hierba verde y la sombra de la palmera, el sol y las lluvias, el aire y el fuego, éste es Elohim, Dios de la Justicia. Y aquel cuyo dogma predican ante vosotros Pedro y Juan y Pablo y sus discipulos, es el bandido y asesino. Y todo lo que os dicen de él y de su reino Juan y Pablo, Santiago y Pedro, todo es mentira, ¡escúchame bien, pueblo de Samaria! Mentira es su tierra prometida, mentira su Dios, mentira son sus milagros.Ellos mienten, pues también es mentira su Dios, en cuyo nombre juran; por eso ellos mienten en cada momento, y atrapados en un enorme engranaje de mentiras, ya ni ellos mismos saben que mienten; no miente nadie.
Donde todo es mentira nada es mentira ."

Simón el mago (fragmento)/ Danilo Kiš; Enciclopedia de los muertos (traducción de Nevenka Vasiljevic)

En fotografía: Duomo di Milano
Sin datos de autor.

13.2.17

"Crónicas de la Extinción" por Héctor T. Arita (reseña)


El tema de la extinción es uno de los que más me han llamado la atención desde que tengo uso de razón, siempre me han gustado las historias de los seres que han poblado la tierra, incluso las ficciones sobre ellos o incluso los procesos de extinción en mundos ficticios.
Y esa en general es una de las razones por las que decidí comprar aunque fuera de novedad (la verdad me gusta comprar libros con descuento, el dinero no lo regalan, pues.)
Me complace el texto, pues es bastante disfrutable, no únicamente para el público lector con algún grado de conocimiento en el área de la biología evolutiva, sino también para el público en general, pues el libro desde su presentación, pasando por sus ilustraci­ones, narrativa, anecdotas y sus temas, se manifiestan correctos, amenos y accesibles por cuenta propia. Queriendo decir que con ello, que se lee con ese gusto que tienen las cosas que son sencillas sin ser toscas o que al final presenten ideas que los estudiados en el tema pudiesen tachar de torpes e incorrectas.
Mi experiencia con ese libro fue, fluída, pues en 7 horas aproximadamente lo di por concluído, tuve una satisfacción al enterarme, recordar o agregar detalles de varias de las historias que ahí se mencionan. Debo comentar que el FCE y la imagen que se manejó de éste libro, además de mi propia persona me llevaron a esperar otra cosa, achaco la culpa a quien escriba la contraportada y escribió la reseña con la cual me enteré de éste libro.
Para el lector ocasional de la “divulgación de la ciencia mexicana”, puedo decir que es un libro muy accesible, siendo a mi gusto un vicio del el autor, pues trata de ser demasiado accesible, incluso algunas referencias aunque contempóraneas de la “chaviza de internet” simplemente son poco articuladas y entorepecen la propia obra del autor.
Existe un choque entre esa necesidad por ser accesible y la abundante cultura que se nota posee el autor, los modos de su escritura y sus abundantes referencias lo delatan, sin caer en la pesadez de autores como Richard Fortey, quien de paso forma parte de su bibliografía :D (y a quien adoro pero reconozco es muy atascado y requiere varias notas para el lector cuya cultura se limita a los artículos de internet y a una educación universitaria cumplidora y no muy entusiasta)
El texto domina el tema que trata, pero además aborda las abundantes historias (aunque no son tantas como yo hubiera querido) sobre la extinción, descubrimiento y esfuerzos por reaparecer especies animales extintas. Por esta razón se vuelve un texto empático y ameno y por ello, es un libro que yo recomendaría no sólo para lectores de bachillerato y primeros semestres de la carrera de biología, sino para veterinarios de vida silvestre, antropólogos e incluso estudiantes de semestres más avanzados de biología. Y no digo esto porque sea un libro con datos avanzados o refinados, sino porque es un texto brillante que agiliza las ideas y concepciones sobre la evolución y los procesos de la vida. Incluso como ejercicio educativo personal es recomendable, pues no es un libro que por ser accesible pueda ser tildado de superficial y ñoño.
Y lo digo a sabiendad de que no conozco biológos que se las sepan “todas todas” y desde luego sin ser Lamarckiano, admito que la falta de estudio en temas generales de la biología, atrofia esos detalles que son esenciales para toda persona bien educada en la ciencia de la biología y más aún en aquellos que no forman parte de esa área de estudio.
El libro está constituído en 9 capítulos, y una vez librado el primero de ellos siento pueden leerse salteados, pues cada uno de ellos tiene suficiente cohesión como para no depender de los demás, aunque entre ellos mismos se hacen referencias, yo considero esto muy atractivo en un texto, quizás porque soy un lector disperso y suelo leer pedazos de distintos libros a lo largo del mes. Cada capítulo contiene fotografías e ilustraciones suficientes como para echar a volar la imaginación sobre las historias que contienen.
Los apéndices, por su parte, es donde el autor puede explicar más libremente algunos temas en los que al ahondar en el corpus del texto, hubiese sido entorpecedor, y honestamente no cualquiera logra explicaciones sencillas y amenas sin hacer uso de un apéndice. Pero opino que la falla más grande de éste texto es que el autor a veces desconfía de su lector o incluso tal vez de un jurado (no hay que olvidar que el texto es el más reciente ganador del premio Ruy Pérez Tamayo) y tiene momentos en que se nota forzado tratando de ser más accesible de lo que para un texto de su magnitud y riqueza debiera ser aceptable. Considero que omitir por completo los nombres cientifícos de todas las especies referidas es incluso antipedagógico y el apéndice que los incluye además viene en orden alfabético y carece de referencias sobre en dónde se nombra la susodicha especie.
De nuevo a pesar de esos detalles creo que es un buen libro, un texto de calidad que tal vez se pone un poco el pie, pero es un buen esfuerzo que recomiendo.
Es notable que el texto no minimiza la importancia de las extinciones antropogénicas y lo mucho que nos han costado no sólo materialmente ni en el daño al ecosistema que hemos creado sino en la experiencia del vivir. A nuestro ritmo actual tal vez seamos la última generación que pueda ver animales como elefantes, rinocerontes, tigres y osos, no sólo en los parques zoológicos sino en libertad. La megafauna es realmente más rara de lo que creemos y es sólo un efecto de lo familiar que la han hecho los museos y los zoológicos.
Por ello concluyo que “Crónicas de la extinción” es un buen texto que no sólo aporta datos, fechas y nombres sino que permite crear una sensibilización real, sobre uno de los procesos más importantes de la evolución de la vida misma.




Chars 12.02.2017



P.S.



https://www.fondodeculturaeconomica.com/DetalleEd.aspx?ctit=046244R