
Es un hecho ya bien sabido, de menos por los conservacionistas, agencias
gubernamentales, no gubernamentales, así como asociaciones internacionales y
obviamente mastozoólogos y otros que trabajen con fauna silvestre. Que el lobo
está extinto en México. No existe ni una sola población natural y no se tienen
pruebas de su existencia en los últimos 30 años.
No obstante la NOM 059 los considera como especie en peligro y bajo protección.
Esto porque pequeñas poblaciones fueron mantenidas en cautiverio y representan
una esperanza para su reintroducción.
Como se comentó en la pasada entrega, esta iniciativa no es muy nueva, por
fortuna no sólo es de interés de algunos grupos conservacionistas civiles, sino
que atañe a los gobiernos de México y USA, siendo este último mediante la USFWS
un importante impulsor y el primero en lograr una reintroducción y reestablecimiento
de una especie extirpada en su medio original.
También se ha hablado de que originalmente en México se daba la mayor
distribución e importancia de esta subespecie de lobo gris por lo que es trascendental
su reintroducción en el territorio Mexicano.
Una de las principales promotoras de este proyecto es la organización no
gubernamental de NATURALIA A.C. quienes han estado apoyando tanto económica
como logísticamente este proyecto.
Esta organización opinó del igual modo que Starker (1959) al considerar que los
lobos no sólo no eran una amenaza importante para los ganaderos, sino que
además de interesantes, cumplían roles importantes en los ecosistemas que
habitan -habitaban-.
Por lo que en conjunto con la SEMARNAT empieza desde el 2008 a preparar el
terreno para la reintroducción del lobo gris mexicano en la Sierra de San Luis al
norte de Chihuahua, cerca del municipio de Janos.
Entre las labores que se llevaron a cabo, estuvo la de educación a los
habitantes de la región, así como una concientización de lo importante que es
el lobo para el ecosistema y del bajo inconveniente que realmente representan
para sus actividades.
También colaboro en el refuerzo por traslocación de venados y otras presas
potenciales de los futuros lobos. Así como un saneamiento del ecosistema.
Para Octubre de 2011 se liberaron 5
ejemplares en un predio privado de la Sierra de San Luis, estos ejemplares se
alimentaron como estaba previsto de animales silvestres.
Aunque en Noviembre de ese mismo año uno
de estos muere envenenado. Y otros tres más adelante en la Reserva de la
Biosfera de Janos, murieron del mismo modo.
Aunque esto obviamente presentó un severo golpe que evidentemente no demuestra
ignorancia sino alevosía por parte de algún sector poblacional de la zona.
No se ha desistido en la reintroducción, aunque es claro que no sólo se debe
concientizar más sino tener una verdadera vigilancia de las actividades que se
realizan en la zona, puesto que tanto el matar a los lobos, como el usar
venenos es un acto ilegal, el detalle reside en la impunidad con la que los
ejecutores se mantienen gracias al anonimato.
El lobo mexicano dio un primer y peligroso paso, demostrando en su breve lapso
de tiempo, que el problema real del lobo no es el ambiente sino la opinión
pública y no necesariamente la de los bienintencionados ciudadanos, que poco
pueden hacer desde sus lugares, sino de otro sector poblacional, que es el que
realmente lidió con ellos y que los sigue viendo como una amenaza.
Si ha existido un proceso de aculturación por parte de las ciudades al campo,
debemos hacer de esto algo positivo, no sólo indignándonos sino propagando la
información que es un bien y un logro de nuestros tiempos.
Las acciones de las grandes ciudades ejercen presiones en sitios insospechados
muy lejos, no sólo son modelos, son señores y patrones que exigen productos de
consumo a precios ridículamente bajos.
El consumo responsable y el denominado comercio “justo”; justo con la evasión
de intermediarios y la responsabilidad social y el interés por la difusión de
la información, es algo que beneficia no sólo a los que siguen esta conducta
social, sino a las familias que dependen de la producción de bienes. También
beneficia al ambiente que es el proveedor principal de todo lo necesario para
el hombre (agua, suelo, clima y alimento saludables).
El mundo es responsabilidad de todos, y cada parte es esencial e importante, en
nuestra sociedad, los consumidores y los productores son una parte de este
esquema. En el mundo natural, el lobo no es sólo un símbolo, no es sólo un
depredador, es un regulador de otros elementos vivos en el sistema, la
abundancia excesiva de estos puede alterar los ciclos biológicos y sus
elementos, como el paisaje y con esté elementos más vitales como el agua. En
Yellowstone, se ha comprobado (Wilmers, 2005) que los lobos al controlar la
cantidad de alces permitían que más arboles llegaran a la edad adulta y con
estos se evitará la erosión del terreno y con esto obviamente las dinámicas
climáticas cambian. En México no sabemos qué papel desempeñaban los lobos
porque fueron exterminados, pero gracias al los esfuerzos de muchas instituciones
y gente dedicada no sólo podremos un día comprobarlo, sino conquistar el
pasado, al empezar a corregir nuestros errores, crear un estado de conocimiento
superior y traer a la vida un símbolo de valor y fidelidad que es el lobo.
Un símbolo que es parte de México y que bien hace falta recuperar.
Fuentes:
http://www.naturalia.org.mx (contacto: 01-800-LOBOMEX
o al mail: info@naturalia.org.mx
)
Wildlife of Mexico
A.
Starker Leopold, University of California (1959)
Wilmers, C.C., &
Getz, W.M. (2005). Gray wolves as climate change buffers in Yellowstone.PLoS
Biology 3: 571-576Un agradecimiento especial a mis profesores Alinka Wagner y el Dr Guillermo Islas
Otro para Naturalia, por su esfuerzo y por su revista Especies la cual desde 1999 es una inspiración para mi.
-Chars-
Las fotografías fueron tomadas en el parque zoológico Africam Safari
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