26.12.10

25 de diciembre...

Hoy, ayer, no importa…
Se comprueba que el último suspiro de muchos es insonoro, no-sufrible e irrelevante.
Se han ido los sueños, se ha ido el hambre, la sed, la pena, y el calor.
¿Qué sueñan los ratones?
¿No importa?
El sueño breve de sus vidas es misterioso.
El calor se extingue, el cadáver es una nada descomponiéndose, aquellos que puedan sacar algo de la desgracia ajena lo harán. El universo no se detiene, no se conmueve.
El cetáceo agoniza del mismo modo que la chinche.
El respiro de la tierra, el ritmo de la vida, esa majestuosa locura cósmica.
Pasa el universo que no se conmueve, y no obstante crea belleza.
Diría alguno que nosotros somos los que vemos belleza en la nebulosa distante o en la célula viajera, pero crecimos sobre este universo, nada fuera de las reglas puede llegar a ser. En el caso de lo que sea que haga que un organismo se sienta conmovido con la belleza, es una faceta del universo mismo, el universo creó la belleza y a quien la aprecia.
No somos diferentes ni especiales, pero estamos aquí.
Mis sueños no son diferentes de los tuyos, pero tampoco son iguales.
¿Cuál sueño es más importante?
¿El del monarca, o el del perro en las calles?
El universo mismo nos muestra que nada es importante, nada es eterno, nada para nosotros lo será, caminamos la gran marcha fúnebre, el desfile de las eras, algunos han de desaparecer antes de ver el final.
El leve sueño de un ratón no es diferente del propio, sueña con sus amigos, sueña olores, sueña galletas y arándanos dulces, sueña que corre y salta, sueña que hay un nuevo día, sueña con un mañana o un pasado, sueña lamiditas dulces entre los suyos, sueña compañía, sueña obscuridad, sueña frío y sueña calor, alegría dinámica, una explosión fugaz, sueña que se estira y roba una nuez; sueña con un mundo feliz…
… y (entonces) muere.

-Chars-

19.12.10

El natalicio de la infanta (fragmento) – Oscar Wilde-

Os pongo un fragmento escogido de un cuento que me gusta mucho.
Espero que les guste, anexo los datos pertinentes por si quieren buscar ustedes leer el cuento completo o conseguir el libro.

El natalicio de la infanta (fragmento)

-Pero ¿por qué no ha de bailar más? – preguntó la infanta riendo.
-Porque se le ha roto el corazón - respondió el chambelán.
Y la infanta frunció el ceño y sus finos labios de rosa se plegaron con desdén.
-En adelante, quiero que los que vengan a jugar conmigo no tengan corazón – exclamó-
y salió corriendo hacia el jardín.

-Oscar Wilde-

Traducción de E.P. Garduño y Claudio de la Torre